Modalidades de Tratamiento en Artrosis de Cadera
Modalidades de tratamiento no farmacológico
Las
medidas higiénico dietéticas incluyen el reposo como primera medida ante un
episodio de dolor agudo. Se recomienda alternar dicho reposo con una
deambulación progresiva, desaconsejándose la inmovilización prolongada que no
hará sino favorecer la atrofia muscular y la progresión de la enfermedad
artrósica. El reposo nocturno será como mínimo de 8 horas.
Es muy importante que los
pacientes obesos se sometan a una dieta adelgazante adecuada, con el fin de
evitar la sobrecarga que supone el sobrepeso sobre la articulación.
La terapia
física y ocupacional juega un papel central en el manejo de pacientes con
limitaciones funcionales que con frecuencia les impiden desarrollar actividades
de la vida diaria lo cual prevendrá la lesión y la incapacidad, mejorar el
dolor y la rigidez.
En ocasiones, el uso de un
bastón para caminar puede resultar muy beneficioso para el alivio del dolor en
la articulación. Uso apropiado de un bastón, en la mano contralateral a la
cadera afectada, reduce las fuerzas de carga en la articulación y se asocia con
una disminución del dolor.
Los
ejercicios aeróbicos han demostrado ser útiles y eficaces en pacientes con
artrosis de rodilla y cadera, sobre todo los acuáticos o de paseo, durante
30-60 minutos diarios.
Terapia Farmacológica
El alivio del dolor es la primera
indicación para el tratamiento farmacológico en pacientes con artrosis de
cadera.
Cualquier agente farmacológico debe
entenderse como complementario a las medidas no farmacológicas expuestas
anteriormente, lo que supone la piedra angular en el manejo de la artrosis .
Paracetamol
Inicialmente el fármaco oral de
elección es el paracetamol, tanto por su demostrada eficacia como por su perfil
de seguridad y sus razonables costes, siendo el preferido a largo plazo en caso
de resultar efectivo.
Hay pocas interacciones y
contraindicaciones para el uso de paracetamol, aun en gente anciana,
mostrándose efectivo a dosis de 2-4 g.día-1 durante largos
periodos de tiempo, sin efectos adversos significativos, siendo comparable en
muchos pacientes al ibuprofeno a corto plazo. De cualquier modo la dosis diaria
de paracetamol no debería exceder de 4 gramos.
Sin embargo, son pocos los estudios que
han avalado directamente la eficacia del paracetamol en la artrosis de rodilla
o cadera, y aquellos que lo han hecho son de escasa calidad o recogen un número
excesivamente pequeño de pacientes.
Antiinflamatorios no
esteroideos (AINE)
Se trata de un conjunto de fármacos
químicamente heterogéneos, caracterizados por tener, en grado diverso,
actividad analgésica, antiinflamatoria y antipirética, y que poseen como
principal mecanismo de acción la inhibición de la ciclooxigenasa y con ello la
reducción en la liberación de mediadores inflamatorios.
En pacientes con gonartrosis y dolor de
moderado a severo junto a signos inflamatorios, la prescripción de AINE merece
tenerse en consideración como alternativa en una aproximación terapéutica
inicial.
A la hora de iniciar un tratamiento
individualizado con AINE, merece una consideración especial la valoración de
comorbilidad y terapias asociadas en el paciente, así como los efectos
colaterales y el coste de tratamientos específicos.
Las dosis iniciales deben ser bajas,
incrementándolas sólo si son ineficaces en el alivio sintomático.
En pacientes con artrosis que ya toman
un AINE pero que no siguen un programa adecuado de medidas no farmacológicas,
debería iniciarse de modo inmediato, lo que permitiría la reducción de dosis
del AINE o incluso la sustitución de dicho fármaco por paracetamol.
Los agentes más frecuentemente
prescritos son ibuprofeno y naproxeno, si bien hay un amplio grupo de fármacos
disponibles. De entre ellos, la indometacina puede asociarse con una
destrucción articular acelerada en pacientes con artrosis de cadera, por lo que
probablemente no debería usarse como tratamiento a largo plazo.
Tratamiento
farmacológico en pacientes con riesgo aumentado para padecer efectos adversos
gastrointestinales
Las opciones médicas en pacientes con
artrosis que no han respondido a analgésicos simples orales o a tratamiento
tópico, y que presentan un riesgo elevado de sufrir un evento gastrointestinal
grave secundario a la toma de AINE, tal como la hemorragia digestiva, la
perforación gástrica o la obstrucción intestinal, merecen una consideración
especial.
Los inhibidores selectivos de la
ciclooxigenasa 2 (COX-2), celecoxib, rofecoxib y los coxibs de segunda
generación: valdecoxib, parecoxib, etoricoxib y lumiracoxib han sido estudiados
con este fin en pacientes con artrosis.
Tratamiento
El momento de la cirugía y la mejor opción para cada paciente requiere de una cuidadosa evaluación por parte del cirujano ortopédico. La cirugía está indicada fundamentalmente en pacientes con artrosis sintomática severa, cuyo dolor no ha respondido al tratamiento médico, y en quienes las limitaciones para realizar actividades de la vida diaria van en aumento
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